Hace unos días publiqué, dos posts relacionados sobre las formas de leer las cartas del Nuevo Testamento (pueden leer el último aquí). Ahora veremos la tercera manera de leer las cartas del Nuevo Testamento.
Muchos cristianos hoy sólo conocen solamente dos tipos de lecturas de una carta del NT (y de la Escritura en general): una lectura devocional, que absorben de libros cristianos populares y la experiencia (a veces) por sí mismos cuando leen la Biblia en privado, y una lectura homilética. Pero existe otro tipo de lectura, de la cual podemos sacar aún mayor provecho, ya que nos lleva a una comprensión más profunda de las Escrituras. Cabe mencionar que los dos tipos de lecturas antes mencionados son importantes, e interactúan entre sí. Veamos cual es la última forma de leer una carta del N.T.
LEYENDO ACADÉMICAMENTE.
Posiblemente este tipo de lectura, sea la menos popular a saber por algunas razones:a) No saber utilizar las herramientas académicas, como diccionarios, léxicos, enciclopedias, etc. b) No conocer los idiomas originales, como el griego o hebreo, con el objeto de acercarnos al texto original.c) La carga de esfuerzo. Leer académicamente requiere mucho tiempo y dedicación, podemos disponer de las herramientas y el conocimiento, pero sin la actitud correcta no hacemos nada.
Sin embargo a pesar de estas justificaciones, debemos conocer en que consiste la lectura académica de una carta del NT. Richard N. Longenecker, presenta ocho áreas que son de gran importancia para una interpretación académica de una carta del NT.
“Historia de interpretación, “es decir, prestar atención a cómo se ha entendido la carta en el pasado. La máxima «¡Aquellos que ignoran el pasado están condenados a repetir los errores del pasado!». Es tan cierta para la interpretación bíblica como lo es para cualquier otra disciplina.” Necesitamos recorrer la historia de la Iglesia y observar cual ha sido el trato que se le ha dado a la carta. Algunos periodos de la historia eclesiástica, como la era patrística, la reforma y el desarrollo del criticismo literario, ayudarán a ver el desarrollo del pensamiento respecto a un texto. Tampoco olvidemos, la interpretación original, es decir como los destinatarios originales de la carta entendieron dicho escrito.
Análisis de las estructuras epistolares y convenciones de la carta. Después de todo, una carta NT es una carta. Por lo tanto, uno de nuestros enfoques iniciales debe ser en términos de ella como una carta, lo que significa entender qué tipo de carta es, su estructura básica de cartas y las diversas convenciones epistolares utilizadas en ella para poder comprender mejor su contenido.
Análisis de los modos retóricos de presentación y persuasión en la carta. Porque si las letras representan la forma escrita de los argumentos orales, no sólo nos interesan las estructuras y convenciones epistolares de una letra, sino también sus rasgos retóricos. Por lo tanto, es importante en un estudio académico de una carta NT identificar las correlaciones entre (1) sus características retóricas con respecto a lo que puede encontrarse en otros escritos de la época, tanto grecorromanos como judíos (es decir, Análisis retórico), y 2) el desarrollo de su argumento con respecto a cómo se desarrollaron los argumentos en el mundo grecorromano en general y en el mundo judío en particular,
La exégesis propiamente dicha, con sus correspondientes disciplinas de lingüística comparativa e histórica (es decir, «filología»). Aquí el estudioso se interesa por el significado de las palabras, frases, expresiones idiomáticas, expresiones y oraciones en el texto estudiado, tanto en cuanto a cómo se usaron estas unidades de lenguaje en el día del autor como a cómo un autor dado las moldeó para sus propios fines.
Estudio comparativo de los procedimientos y prácticas exegéticas judías, tanto de los rabinos codificados en el Talmud (y materiales asociados) como de los escritos sectarios existentes.
Materiales confesionales y el detalle de cómo estos materiales han utilizado en un argumento del escritor del NT.
La historiografía fenomenológica, es decir, la identificación y rastreo de temas similares y maneras paralelas de mirar las cosas en materiales aproximadamente contemporáneos y afines, con la esperanza de generar nuevas interpretaciones.
Desarrollo del pensamiento y de la expresión que aparece tanto dentro de una carta particular que se está estudiando como entre esa carta y los otros escritos del NT. Una carta NT no es ni un fenómeno estático ni un fenómeno aislado. Dentro de ella se desarrolla un argumento, y entre él y sus escritos canónicos vecinos hay desarrollo.” [1]
Como podemos notar, la lectura académica contiene aspectos muy profundos y que pueden causar cierta confusión para un lector iniciante. Pero ¿acaso los términos complejos o las exigencias de este tipo de lectura, debe llevarnos a una actitud esquiva respecto a estudiar de manera profunda? De ningún modo, gracias a Dios, actualmente hay herramientas (algunas gratis) para poder entender de manera académica las cartas del NT.
Pero existen algunos peligros respecto a la lectura académica, que el profesor Longenecker hace resaltar:
El orgullo del logro, la pereza después de tener algún grado obtenido y descansar sobre los laureles del pasado sin siempre seguir adelante en la búsqueda de la comprensión, son peligros perennes para el estudioso. [2]
[1] Tomado y adaptado de “On Reading a New Testament Letter – Devotionally, Homiletically, Academically” -Richard N. Longenecker. Themelios 20.1 (October 1994): 4-8. (https://biblicalstudies.org.uk/article_reading_longenecker.html) Última consulta 30 de Julio de 2017
[2] Ibid