¿Alguna vez reíste con algún meme que abordaba algún asunto teológico? Creo que la mayoría lo hemos hecho, es más, algún meme nos ha hecho reflexionar sobre alguna práctica o idea, que considerábamos correcta a la luz de nuestra experiencia o conocimiento.
El humor, como recurso ilustrativo puede apelar a nuestra consciencia, llevarnos a evaluar e ir a las Escrituras para rectificar nuestras ideas.
En este post, quiero hablar sobre el morbo troll, pero antes de hacerlo, quiero dejar en claro, que si es posible utilizar el humor como un recurso pedagógico, no el mejor ni el más indicado, pero si puede ser útil para buenos propósitos. Dicho esto, voy al asunto.
Llevo tiempo observando como la “comunidad troll cristiana” está creciendo a pasos agigantados, y no me refiero a personas que ocasionalmente comparten un meme, sino a una gama amplia de usuarios en diversas redes sociales, cuyo único fin es crear humor. Sin embargo, varios de estos usuarios, en búsqueda de hacer reír o de generar contenido viral con muchos likes o shares, han sobrepasado la línea de la ética cristiana, convirtiéndose en escarnecedores, en troles recios y desproporcionadamente ajenos a la vida cristiana.
De tal forma han sobrepasado la línea, que parecen sentirse bien con ellos mismos cuando ofenden a los demás con su “humor”, y luego inician discusiones sin sentido o meramente absurdas. Es razonable que este “humor” resulte gracioso para algunos, pero en la mayoría de los casos, las palabras fuera de la ética y carácter cristiano, lo único que provocan son heridas en el prójimo y deshonra al nombre de Dios.
Cuando se les cuestiona por su proceder, lo único que responden es: “somos una página troll ¿qué esperabas?”, esta respuesta tan absurda y pedante, demuestran que posiblemente quienes están tras de estas páginas no han comprendido lo que implica la ética cristiana. Otra de sus justificaciones es “que el conocimiento bíblico ofende“, otra excusa irracional. Hablar la verdad, si resulta ofensivo, pero en ningún momento las Escrituras nos dicen que el distintivo de hablar la verdad sea ofender severamente a otros.
Teniendo esto en mente, encuentro que estos trolls, desconocen los temas que pretenden enseñar. Se burlan de este o aquel maestro que no les agrade, sea reformado, bautista, pentecostal, etc., pero ellos mismos no poseen un conocimiento del tema. Les preguntas por fuentes primarias o secundarias, responden de manera trivial. Dicho de manera más directa, los trolls están más ocupados en los asuntos secundarios o terciarios de la doctrina cristiana, y no precisamente para aprender más, sino para generar contenidos ofensivos y absurdos. Me atrevo a decir que, piensan más en memes que en las Escrituras. Piensan más en cómo ofender, que en cómo mostrar el glorioso evangelio de Cristo.
Teniendo todo lo anterior en mente, es aún más lamentable cuántos jóvenes se alimentan de este humor negro. He encontrado “debates teológicos” dónde literalmente lo que se intercambian son memes ofensivos, ¿es esa la nueva generación de apologistas y teólogos que se están formando? ¿a eso se reduce el conocimiento bíblico, a una referencia como “no se rick parece falso.jpg”?
Amigos, este es un llamado a dos asuntos: El primero es que usemos el humor dentro de los límites de la ética cristiana y segundo, que no consumamos tanto contenido tóxico. A menudo he hablado con otros hermanos que tienen blogs o sitios web, con temas muy interesantes y han llegado a esta conclusión: todos quieren memes y frasecitas.
Hermanos, cambiemos esto. Podemos hacerlo.