Continuando con mi lectura de “Elementos of Biblical Exegesis” por Michael J. Gorman, encontré un párrafo que reúne algunas ideas importantes a considerar sobre el lenguaje figurado. Un aspecto que es importante a la hora de interpretar las Escrituras y que si no se tiene cuidado puede llevar a conclusiones erradas o dañinas.
Escribe el Dr. Gorman:
El lenguaje figurado también es un fenómeno universal. Algunas imágenes están muy condicionadas culturalmente, mientras que otras son más universales porque se basan en experiencias humanas en todo el mundo (como la luz y la oscuridad). La Biblia está llena de imágenes evocadoras. Estas palabras (e incluso frases, oraciones y unidades lingüísticas más extensas) deben interpretarse mediante una imaginación disciplinada a la luz del contexto en el que aparecen. Los lectores deben estar particularmente atentos a la presencia y función de metáforas (por ejemplo, “Dios es una roca”) y símiles (por ejemplo, “Dios es como una roca”) en el texto. No es inusual encontrar que el término clave en un texto está en lenguaje figurado. A veces se hace referencia a este término como la imagen gobernante o la metáfora gobernante. Por ejemplo, la primera mitad del Salmo 23 se rige por la imagen del Señor como “mi pastor”. [1]
Por lo tanto, Gorman, sugiere que es el contexto que nos ayuda a interpretar correctamente el lenguaje figurado.
[1]Gorman, J. Michael (2020). Elements of Biblical Exegesis: A basic guide for students and ministries. Baker Academic