A menudo, hemos escuchado o leído que debemos orar por una doble unción o una doble porción del Espíritu. Y cuando vamos a las Escrituras, encontramos que el fundamento para esta idea es el siguiente versículo: “Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: “Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí” (2 Reyes 2:9)
A simple vista, podemos notar que:
- Eliseo le dice a Elías, quiero una doble porción de tu espíritu. Notemos, que no dice “del Espíritu que hay en ti”, sino que hace referencia a una pertenencia propia de Elías.
- Al comparar este versículo, con el testimonio del Nuevo Testamento, no encontramos que los apóstoles hayan experimentado una doble unción del Espíritu Santo.
Entonces, ¿a qué se está refiriendo Eliseo? Para ayudarnos a responder a esta pregunta, quiero citar aquí a Russell Dilday, quien con mucha sencillez nos ofrece un poco de luz respecto al trasfondo cultural y social de este texto:
Eliseo respondió sin dudar: “Por favor, que una doble porción de tu espíritu esté sobre mí” (v.9). Aunque a menudo se ha interpretado de esta manera, Eliseo no pedía el doble del espíritu profético que Elías había poseído. No pedía ser el doble de poderoso que su antecesor. En cambio, su solicitud se relaciona con la costumbre en Deuteronomio 21:17, donde el hijo primogénito tenía derecho a una doble parte de los bienes del padre, mientras que los hijos menores recibieron solo una parte. Eliseo quería ser designado como el heredero legítimo de Elías, recibiendo el doble de lo que los otros profetas obtendrían como una señal de que ahora sería su “profeta líder”. [1]
En otras palabras, lo que Eliseo quería era que, Elías lo reconociera a él como su sucesor. A lo que Elías responde con un desafío muy interesante, si lo ve cuando él parta, entonces ciertamente su petición será concedida.
“Elías reconoció que solo Dios podía conceder tal petición. Si Dios le permitió a Eliseo ver a Elías cuando se lo llevaron, eso sería una señal de que Dios había concedido su solicitud para convertirse en el sucesor de Elías (vv. 10–11). “Eliseo lo vio”, nos dice el versículo 12, así que asumimos que Eliseo recibió la doble porción que había solicitado.”[2]
Por lo que hemos visto, nos damos cuenta que, la idea de una doble unción o porción del Espíritu Santo, no tiene fundamento. Ya que el texto, que a menudo se cita para dicha idea, no tiene relación alguna.
[1]Dilday, Russell ; Ogilvie, Lloyd J.: The Preacher’s Commentary Series, Volume 9 : 1, 2 Kings. Nashville, Tennessee : Thomas Nelson Inc, 1987 (The Preacher’s Commentary Series 9), S. 247
[2]Ibid
Que bendicion Hermano Kenson son estos temas que son muy mal enseñados en las iglesias, gracias es muy edificante.