Los cristianos queremos conocer mejor y profundamente a quién seguimos. Históricamente, hemos conocido sobre nuestro Señor Jesucristo a través del Nuevo Testamento, específicamente los Evangelios nos hablan sobre el nacimiento, ministerio, muerte y resurrección de Jesús.
Sin embargo, hay otras fuentes históricas que nos podrían resultar útiles para conocer un poco más sobre el contexto social y cultural de Jesús.
¿Qué otras fuentes de información tenemos para conocer sobre el contexto del Mesías?
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO.
“El Antiguo y Nuevo Testamento son enormemente informativo – el N.T. directamente ya que comprende los escritos de los primeros cristianos, y el A.T. indirectamente, ya que fue la base del entendimiento de los judíos de ellos mismos, su historia y su religión.
FUENTES JUDÍAS
Existe una gran cantidad de literatura judía derivada del llamado período del “Segundo Templo (aproximadamente del 538 a.C. al 70 d.C.). El templo de Salomón fue el primero, el “segundo” fue construido en el período de Ezra y Nehemías, como se describe en el Antiguo Testamento, y luego restaurado por Herodes el Grande. Históricamente, los más importantes son:
Los libros de Macabeos
Estos cuatro libros fueron escritos durante un período años (desde aproximadamente 100 a. C. en adelante) por un número de autores diferentes, y describe el período en que los ‘Macabeos’ eran La familia principal de Israel, es decir, desde 167 aC. El primer libro es el más valioso históricamente, y describe, desde un punto de vista pro judío, pro macabeo, los eventos catastróficos que tuvieron lugar en y después del 167 aC (notablemente el establecimiento de la ‘abominación de la desolación’) y la heroíca respuesta judía a estos eventos.
Los escritos de Josefo
Josefo, que vivió entre el año 37 d.C. y aproximadamente el 100 d.C., es fácilmente nuestra fuente más importante de información sobre los tiempos de Jesús. Él era un judío bien educado que vivió en Palestina hasta la Guerra Judía del año 66-70 d.C. En la guerra fue comandante del lado judío, pero luego pasó a manos de los romanos, y vivió en Roma.
Escribió varios libros (en parte para explicar y defenderse), el más notable la historia de la Guerra Judía, y luego también una historia del pueblo judío, llamado las Antigüedades. Ambas son fuentes de información inestimables sobre Palestina en el período Nuevo Testamento.
Los Rollos del Mar Muerto
Probablemente el más famoso descubrimiento arqueológico del siglo XX fue el hallazgo de pergaminos en cuevas junto al Mar Muerto en 1947. Los libros no son historias, pero siguen siendo de considerable interés para el historiador por algunas razones: (a) debido a algunas alusiones históricas, (b) porque emanan de un grupo judío palestino del primer siglo (generalmente identificado como los “esenios”), y ( c) porque es posible que el movimiento cristiano primitivo haya tenido algo que ver con este grupo: a veces se cree que Juan el Bautista estuvo en Qumrán.
HISTORIADORES GRIEGOS Y ROMANOS
Palestina en la época de Jesús era parte del imperio romano, y durante siglos antes había sido controlado directa o indirectamente por los grandes imperios que dominaban lo que llamaríamos el Mediterráneo y el Medio Oriente.
Por esta razón, las escrituras de los historiadores griegos y romanos (notablemente Polibio, Diodoro, Tácito y Suetonio) son importantes, incluso si dicen poco (o nada) sobre el movimiento cristiano en sí. Tácito se refiere al movimiento cristiano cuando discute el gran incendio de Roma en el año 64 DC, que el emperador romano Nerón culpó a los cristianos (Ann. XV.38-44). Suetonio tiene una referencia a la comunidad judía en Roma que fue expulsada de la ciudad por el emperador Claudio, porque habían estado “amotinados por instigación de Chrestus” (Claudio 25.4); esto es plausiblemente tomado para referirse a los problemas dentro de la comunidad judía sobre las actividades de seguidores entusiastas de Jesucristo en la ciudad capital.” [1]
Ante todo esta gran cantidad de fuentes históricas sobre Jesús, surge una pregunta muy común: ¿es necesario leer todas esta literatura, no basta con el Nuevo Testamento? La respuesta es, depende de cuanto quieras profundizar en conocer el aspecto histórico de Jesús, para los apologistas o estudiantes de la historia del cristianismo, las fuentes antes mencionada son de vital importancia.
Pero si tu no eres una persona muy interesada en profundizar tanto en la historia, bastaría con un buen estudio de los Evangelios. Podrías auxiliarte con una herramienta didáctica, como lo es “Introducción al Nuevo Testamento” por D. A. Carson.
[1] Tomado de “Exploring the New Testament The Gospels and Acts” por David Wenham and Steve Walton (pp 3) IVP Academics (2011).