He comenzado a leer “The Apostolic Fathers” por Rick Brannan, una obra que reúne escritos patrísticos clásicos, en Español podemos encontrar un libro similar editado por Alfonso Ropero, titulado “Lo mejor de los Padres Apostólicos”.
Pues bien, son cerca de la once de la noche y he comenzado a leer la carta de Clemente de Roma a los Corintios, de primera mano el escrito me ha parecido muy similar a Pablo en su lenguaje, sus notables referencias a las Escrituras Hebreas como a los escritos apostólicos son abundantes. Pero ha sido en el capitulo doce, después que ha hecho referencias a personajes muy conocidos del Antiguo Testamento, hablando sobre los celos y el arrepentimiento, que Clemente menciona a Rahab. Y pensé “¿Qué tanto conozco sobre Rahab?“
En verdad conozco muy poco. Y de eso va este breve artículo, de conocer a Rahab, pero antes quiero citar lo que Clemente de Roma, escribe sobre ella:
Por su fe y su hospitalidad fue salvada Rahab la ramera. Porque cuando Josué hijo de Nun envió a los espías a Jericó, el rey del país averiguó que ellos habían ido a espiar su tierra, y envió a algunos hombres para que se apoderaran de ellos y después les dieran muerte. Por lo que la hospitalaria ramera los recibió y los escondió, en el terrado, bajo unos manojos de lino. Y cuando los mensajeros del rey llegaron y le dijeron: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado en tu casa; porque han venido para espiar la tierra, ella contestó: Es verdad que los que buscáis vinieron a mi, pero se marcharon al poco y están andando por su camino; y les indicó el camino opuesto. Y ella dijo a los hombres: Sé que el Señor os ha dado esta ciudad; porque el temor de vosotros ha caldo sobre sus habitantes. Cuando esto acontezca y toméis la tierra, salvadme a mí y la casa de mi padre. Y ellos le contestaron: Será tal como tú nos has hablado. Cuando adviertas que estamos llegando, reunirás a los tuyos debajo de tu techo, y serán salvos; porque cuantos sean hallados fuera de la casa, perecerán. Y además le dieron una señal, que debía colgar fuera de la casa un cordón de grana, mostrando con ello de antemano que por medio de la sangre del Señor habrá redención para todos los que creen y esperan en Dios. Veis pues, amados, que se halla en la mujer no sólo fe, sino también profecía.
Por lo leído, entendemos que, para Clemente, Rahab figura como un tipo del alcance de la salvación no sólo para Israel sino también para los gentiles. Pero, veamos un poco más sobre esta mujer.
Rahab, ¿la prostituta?
Rahab fue una mujer cananea de Jericó que apoyó a dos espías enviados a la ciudad por Josué antes de que Israel invadiera la tierra. La lectura que tenemos sobre ella, también es que es una ramera. De hecho, Arnold & Williamson, escribe: “Se la describe como una prostituta, pero dentro de esta historia se la retrata más como una casera, y es posible que la palabra usada para describirla, zōnâ, pueda traducirse o interpretarse como “posadera”. Está claramente representada como una mujer de negocios independiente, de inteligencia e iniciativa. Sus palabras y acciones al esconder a los espías y engañar a los funcionarios del gobierno de Jericó indican tanto conciencia política como mucho coraje“.
Julia M. O’Brien, en ese sentido, escribe también lo siguiente: “A lo largo de los siglos, los intérpretes han debatido cuál era realmente la profesión de Rahab. Josefo la describe como una posadera, explicando “prostituta” como un insulto. Sobre la base de su propiedad de la casa, algunos la han visto como una “señora”, administradora en lugar de brindar personalmente servicios sexuales; las afirmaciones de que ella tenía un negocio de ropa blanca se basan en la referencia de la historia a los tallos de lino en su techo ( Jos. 2: 6 ; y ver Prov 31:13 ). Sin embargo, lo más probable es que el narrador describa a Rahab como una trabajadora sexual activa. La misma frase describe a la mujer visitada por Sansón en Jueces 16 y la caracterización de Israel y Judá como hermanas prostitutas en Ezequiel 16 y Ezequiel 23 .
El estatus de Rahab como prostituta ayuda a dramatizar el mensaje deuteronomista de la historia. No solo es una cananea, marcada para la aniquilación ( Dt. 20:17 ), sino también una prostituta en los márgenes sociales y físicos de la sociedad, que vive dentro de los muros de la ciudad ( Jos. 2:15 )“.
Por último, Joseph Coleson, escribe: “La evidencia del antiguo Cercano Oriente indica que las posaderas a menudo eran prostitutas (o “madams”). Rahab la ramera probablemente también era posadera. ¿Qué tipo de casa habría sido más adecuada para que los jóvenes extraños evitaran la atención no deseada? Esto no significa necesariamente que se valieron de todos sus “servicios”, aunque el verbo solía decir que “se quedaron allí esa noche”, y el Hebreo de 2: 3 “los hombres que vinieron a ti” podría indicar eso. El texto simplemente no lo dice. Josefo y los Targums también relatan la tradición de que Rahab era posadera, además de prostituta.“
Así que tenemos a Rahab, una mujer que tenía un lugar para descansar como para también prostituirse. Por el texto, notamos que Rahab fue una mujer perpicaz y lo más interesante, esta mujer, conocía sobre el Dios de Israel, los pueblos cercanos conocían de lo que había ocurrido en Egipto y sobre Israel, una historia que podía causar en sus oyentes no sólo hostilidad si no también temor del Dios de Israel. Este asombro, lleva a que Rahab, diga lo siguiente: “porque el Señor vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.” (Jos. 2:11). Una declaración de fe, sin lugar a dudas.
El legado de Rahab.
La mayoría sabemos que pasó luego de ese encuentro de Rabab con los espías, el uso del cordón rojizo. Pareciera que la historia termina ahí, Rahab una extranjera viviendo entre el pueblo de Israel. Sin embargo, las Escrituras mencionan de nuevo a esta mujer, y esto lo encontramos en el Nuevo Testamento. Tanto en Hebreos como Santiago hablan de ella, mencionando su fe y justicia (Hebreos 11:31; Santiago 2:25). Mateo la incluye en la genealogía de Jesús como antepasado de David; de hecho, como la madre de Booz, él mismo un buen hombre con una fe fuerte (Mt 1: 5).
Entonces, esta mujer que posiblemente dentro de su contexto social tuvo una mala reputación, no sólo encontró salvación de la destrucción de Jericó, sino también encontró al Dios verdadero, y por la providencia del Señor, forma parte de la genealogía del Mesías.
Por ello, Clemente escribe que esta mujer -en el sentido metanarrativo- no sólo fue una mujer de fe, sino un tipo de que la salvación no sería únicamente para un pueblo, sino que el Mesías salva tanto a judíos como gentiles (Rom. 1:17).
Ya pasaron cuarenta minutos desde que comencé a escribir este artículo, será luego que siga hablando sobre los escritos de los padres apostólicos.
Obras consultas
Dictionary of the Old Testament: Historical Book por Bill T. Arnold; H. G. M. Williamson. IVP. 2005.
Artículo biográfico de Rahab escrito por Julia M. O’Brien
Cornerstone Biblical Commentary: Joshua, Judges, Ruth por Philip W. Comfort